Nací como artista en la Escuela Superior de Artes Escénicas de Málaga ESAEM, mi casa, donde aprendí el arte de contar historias a través de la danza, interpretación y canto.
Y desperté a mi artista marcial al pisar el dojo de la Escuela Huwei de Shaolin Kung Fu. Aquí me forjé como guerrera desafiando todos mis límites.
Cada uno tiene un lugar, el mío está en la ficción de artes marciales.